El ahorro en el consumo de energía no solo está relacionado con una cuestión económica, sino también implica reducir el impacto de nuestra huella en el planeta.
En la industria de la construcción tanto en nuevos desarrollos como en remodelaciones al elegir adecuadamente los materiales, se puede contribuir al ahorro energético y a la optimización de los recursos naturales. En el caso de las ventanas, por ejemplo, “aproximadamente el 20% de las pérdidas y ganancias de calor se originan a través de las ventanas, generando un consumo excesivo de calefacción/refrigeración cuando los materiales no son eficientes” explica Fernando Martinez presidente de TECNOPERFILES, empresa que comercializa perfiles de PVC en Argentina desde 2004.
Según el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) la eficiencia energética consiste en lograr un menor consumo de energía frente a una misma prestación, o sea cuanto más eficiente a nivel energético sea un material o producto, menor será el consumo de energía de cada usuario.
Especialistas del sector ofrecen algunos consejos para optimizar nuestro consumo y tratar de llevar hábitos más sustentables.
Optimizar espacios dentro del hogar y sólo refrigerar/calefaccionar aquellos que se utilicen, para evitar consumos abultados por calefaccionar espacios vacíos.
Mantener los sistemas de refrigeración/calefacción para reducir el consumo de energía y además extender su vida útil.
Ventilar en forma natural. Para mantener el aire de los ambientes renovado, es suficiente abrir las ventanas entre 5 a 10 minutos diarios.
Aprovechar las reformas para incorporar aislación térmica en muros exteriores y techos. En relación a las ventanas sustituir las que son poco eficientes energéticamente por otras de mejores prestaciones es una de las acciones más fáciles y rápidas de realizar en pos del ahorro energético.
Incorporar doble vidriado o triple vidriado hermético (DVH, TVH) ayuda a mejorar el aislamiento térmico y acústico.
Elegir materiales eficientes: Sin la correcta aislación, la energía se pierde a través de seis áreas principales del hogar que generan mayor consumo: techo, sistemas de ventilación (necesarios porque mantienen la vivienda oxigenada), puertas y ventanas, suelo y los puentes térmicos. Es por ello, que una adecuada elección de materiales y productos que mejoren la estructura del hogar, tendrá repercusiones positivas en el consumo energético.
Más info: www.tecnoperfiles.com.ar / @tecnoperfiles
